Luis Alberto

Thursday, June 05, 2008

LARGEMOUTH BASS EN ESTADOS UNIDOS


La que sigue es una nota presentada a la revista Puerto Pesca:


No era el motivo de mi viaje, pero existía una posibilidad de que sucediera. Un curso de trabajo en Estados Unidos me permitió quedarme unos días extra en Houston, donde mi amigo local Carl me brindó un cálido alojamiento y me organizó una visita al campo donde vive un amigo suyo de infancia, Brian.

Brian vive en las cercanías de la ciudad casi homónima, Bryan, que queda a unos 150 km. al nor-noroeste de Houston, sede de la A&M University, donde residen unos 190.000 habitantes. Es dueño de un campo donde pastan unas 300 vacas en un paisaje muy similar al de nuestra pampa húmeda, salvo por las ‘cigüeñas’ que extraen petróleo como fondo del ganado vacuno. A pocos metros de su casa, un lago (tiene dos) de dimensiones suficientes para la práctica de la pesca deportiva, nos llamaba para probarnos.

Luego de la recorrida de rigor por el campo, la charla familiar y de conocimiento mutuo, mi amigo insistió en que probemos suerte en el lago. Un bote pequeño de aluminio, unas cañas ya preparadas para el baitcast y nos adentramos en el agua a una hora difícil para el pique según el local: la 1:30 de la tarde. Después de ser instruido sobre la forma de lanzamiento y cómo recoger la línea (la punta de la caña en alto, toques cortos para animar a la imitación azul gelatinosa de lagartija que escondía el anzuelo) comencé a tirar sobre la vegetación que crecía sobre y bajo la superficie calma del lago: unas plantas similares al irupé y unas plantas acuáticas parecidas a las que encontramos en los acuarios. Cada traída era un manojo de verde arremolinado en la línea. Luego del tercer intento, siento venir un paquete importante de verde, pesado. Me ilusiono con un pique, pero me avisa Brian que el Largemouth bass, ese ícono de la pesca de agua dulce del sur de Estados Unidos al que estábamos tentando, es muy activo al picar. Ya casi desilusionado, me prometo tirar el próximo intento al agua clara. Pero a pocos metros del bote, siento un pique suave. No veo nada. Sigo recogiendo. Vuelvo a sentir el pique suave otra vez. Casi al lado del bote veo claramente a un precioso ejemplar camuflado bajo el enjambre verde.

Pude subirlo, sacarme la foto que acompaña la nota y devolverlo al agua sin problemas. Brian me dijo que fue una captura poco habitual, por la hora del día y la forma. No importa. Mi debut como pescador deportivo en Estados Unidos fue emotivo y, por supuesto, me dejó con ganas de más, que no pudo ser ese día porque nos tuvimos que volver al poco tiempo después.

También mi viaje me dejó fotos en la NASA y en otros lugares con recuerdos memorables, pero para los que gustamos de esa sensación gelatinosa que dejan nuestros amigos del agua en la palma de las manos, creo que esta foto es una de las mejores.-